Hay muchas formas de hacer terrorismo, unos se lanzan en aviones contra edificios emblemáticos, otros matan de hambre a un pueblo entero y le tapan la boca usando la represión directa e indirectamente. Pero todos los caminos conducen a un mismo sitio, al desprecio por el ser humano, para hacer prevalecer su ego.
Yo recogí las lágrimas de Osvaldo en el cuenco de mi mano y levanté vuelo sobre el mar de las Antillas sin el ángel, con mis brazos.
Crucé el espacio de los muertos cubanos en naufragios de agotamiento huidizo de sueños de libertad en la otra orilla y adorné el malecón y las calles y los árboles del líquido que represaba mi mano.
No quería que las lágrimas de Osvaldo dejaran su humedad evaporada en otros lugares Cuba es la única depositaria de esa alhaja de dolor de despedida.
Allí, en Cuba, dejé sus lágrimas para que laven la sangre de tantos hermanos inmolados.
Hay muchas formas de hacer terrorismo, unos se lanzan en aviones contra edificios emblemáticos, otros matan de hambre a un pueblo entero y le tapan la boca usando la represión directa e indirectamente.
ResponderEliminarPero todos los caminos conducen a un mismo sitio, al desprecio por el ser humano, para hacer prevalecer su ego.
Yo recogí las lágrimas de Osvaldo
ResponderEliminaren el cuenco de mi mano
y levanté vuelo sobre el mar de las Antillas
sin el ángel, con mis brazos.
Crucé el espacio de los muertos cubanos
en naufragios de agotamiento huidizo
de sueños de libertad en la otra orilla
y adorné el malecón y las calles y los árboles
del líquido que represaba mi mano.
No quería que las lágrimas de Osvaldo
dejaran su humedad evaporada en otros lugares
Cuba es la única depositaria
de esa alhaja de dolor de despedida.
Allí, en Cuba, dejé sus lágrimas
para que laven la sangre de tantos hermanos inmolados.
Besos
Inés de Cuevas.