« ¡Esta calle es de Fidel! ¡Esta calle es de Fidel!» Pero… ¡¿qué coño es lo que esa turba castrista repite descaradamente, mientras ataca a las pacificas Damas de Blanco, cada vez que éstas salen a protestar y a reclamar la libertad de los presos políticos?! El mundo entero escucha ‒sin inmutarse ni cuestionarse su significado‒ esa especie de mantra comunista tan fuera de lugar y tan inaceptable en esta epoca. A nadie se le ocurriría decir en Paris «Esta calle es de Sarkozy» o en Roma «Esta calle es de Berlusconi.»Yo quisiera que alguno de esos periodistas extranjeros que reportan desde La Habana se mezclara entre la gentuza gritona ‒la chusma fidelista‒ para hacerle una sencilla pregunta a alguno de sus integrantes seleccionado al azar:« ¿Qué quiere decir usted ‒o cuál es el mensaje que intenta dar‒ cuando grita ‘esta calle es de Fidel’?» La respuesta ‒cualquier respuesta‒ será suficiente para que la opinión pública internacional entienda de una vez lo que está pasando en Cuba.
De todas formas, es como ha dicho, valientemente, desde Cuba, en su blog Octavo Cerco, la joven Claudia Cadelo: «Esta calle es de las Damas de Blanco.»Y añade la bloguera en su vibrante y desgarrador artículo: «el pueblo ‒el verdadero pueblo‒ desde los balcones y las aceras miraba con orgullo a esas mujeres que cargan sobre sus hombros la moral de todos los cubanos.»
Osvaldo parece que coincidimos y estamos en la misma onda...
ResponderEliminarAcabo de subir el tema de Claudia Cadelo a Exilio cubano Unido.
Un abrazo
Saludos, Osvaldo, muy buen post, como siempre. Aqui te dejo mi soneto al bus de la libertad, y a la calle de la patria, que es de las Damas de Blanco, hermano. Saludos, Josan Caballero.
ResponderEliminarLA CALLE ES DE LA PATRIA: Son las Damas del Cambio…
A un mes de la sobrevida de Orlando Zapata Tamayo
Las Damas del Cambio
en los Buses de la Libertad
(Tres sonetos con pie forzado)
La patria se empina en los gladiolos,
que las damas empuñan por la calle,
mostrando con su marcha mil detalles
de un país que a sus hombres deja solos.
Hombres recios, ya hartos de ese dolo,
que hurtó la sangre al fin, aunque no calle
la memoria sin cuenta, en ese valle
de lágrimas en huelga, cuando inmolo
mi alma, para darla en sacrificio,
a estas mujeres exentas de artificios,
que han sido más hidalgas que esa turba
de cobardes, cuya Mesa Redonda
comenta las acciones más balurdas
de una casta de Castros maleficios.
De una casta de Castros maleficios,
que ha perdido del tiempo las nociones,
por eso nos desplaza en alusiones,
cuidando la maraña de sus vicios.
Vicios que serán sus precipicios,
ahora que nos cantan nuevos sones,
estas damas de blanco y sus c…(alzones),
que en silencio nos gritan del inicio
de un cambio, cuya calle es la respuesta
para un pueblo, si el tirano lo indigesta
de hambre, y entre miedos se reprime,
como ayer, a los gladiolos en su guagua:
si ellos mismos disponen la piragua,
será la libertad que al mar se arrime.
Será la libertad que al mar se arrime,
en un bus, sementera de esperanza,
donde cada gladiolo es la confianza
de que nunca la calle nos exime
del dolor provocado a un ser que gime,
más allá de la luz, cuando se lanza
a vivir otra muerte, entre asechanzas
de enemigos que buscan quien los rime
con el tiempo, que ha vuelto a ser escoria,
cuando estas mujeres pueden más
que el tirano perdido en su antifaz
de profeta y rebelde, amarga historia:
Si las damas han sido el intercambio,
un alma entre gladiolos trajo el cambio.
José Antonio Gutiérrez Caballero
Miami, 21 de marzo del 2010.
Asere Cubano
ResponderEliminarEl color blanco encandila la mugre que exhibe la furibunda dictadura, los gladiolos se erigen cual lanza de gladiador en combate pacifico contra el odio y la desidia gubernamental.
VIVAN LAS DAMAS DE BLANCO.