sábado, 9 de enero de 2010

ELEGIA A GLORIA AMAYA por Osvaldo Raya

Una gota de lluvia no es la lluvia pero cada gota de lluvia contiene sus propios relámpagos y ya basta para anunciar hermosos aguaceros a lo largo y a lo ancho del universo humano. Y una gota de llanto ‒una lágrima‒ no es llanto; pero es como gota de lluvia y contiene también sus propios relámpagos, sus truenos, sus redobles de tambor para la próxima batalla. Y basta una sola gota iluminada con sus propias bengalas para celebrar, muy pronto, a lo largo y a lo ancho de la patria, nuestra victoria y la muerte rotunda del tirano.

No podemos decir que hemos llorado por ti, querida Gloria ‒Madre Mártir‒; porque una sola lágrima no es llanto. Pero con cada gota nuestra ‒que no es llanto ni lluvia‒ hemos llenado el cielo de todos nuestros relámpagos: Únicamente la luz puede ser tu homenaje. La luz, la libertad.

Gracias por todo, Gloria Amaya, Madre Mártir!

http://osvaldo-raya.blogspot.com/

5 comentarios:

  1. Ay Osvaldo que bonito y que sentimiento de patriotismo hay en tu elegia.

    Ojala esta, sirva para abrir los corazones de muchos cubanos y sintamos el deber para con esta Madre Martir.
    Honrar, honra.

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  2. Un granito de ti, amigo Osvaldo, no es la humanidad entera, pero es la esencia. Tu me despiertas la conciencia patriotica! Que Dios te bendiga hoy y siempre. Y por supuesto: Que viva Cuba Libre!!!!

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  3. Gracias, amigo Osvaldo, por entregarnos esa elegía todo sentimiento y llanto, para que se rieguen los gladiolos de nuestra libertad. Me la llevo para mi sección de Comentarios. Ahí te dejo mi elegía, para condecorar y ponderar tu texto. Eres un gran patriota, hermano. Abrazos y saludos, Josán Caballero.

    GLORIA AMAYA: ETERNO GLADIOLO DE LA PATRIA

    Prendida cual gladiolo,
    en el alma de la patria,
    se queda entre nosotros
    la madre GLORIA AMAYA.

    Más que madre ella sido
    la digna ciudadana,
    que enseñó a sus tres hijos
    a amar la justa causa
    de una Isla soberana,
    que hace ya un tiempo dijo:
    “Con mi dolor, ya basta
    para allanar la calma
    y cambiar el sentido
    de un ciclo repetido,
    que nos trajo la casta
    de ese listo caudillo,
    seguido por sus larvas
    a un tiempo carcomido,
    que rehúsa ser vencido”.

    Por eso nuestra Amaya,
    ante todo se hizo
    acaso noble Dama,
    con un blanco rojizo,
    nacido de las almas,
    que en esa Primavera
    surgieron de la Nada,
    para darle a la tierra
    la flor de su esperanza,
    como un arma diversa
    en la estación más negra.

    La Dama se hizo flama,
    entre tantas mujeres,
    que juntas reclamaban
    libertad a sus seres
    queridos, quienes daban
    el derecho a su mente
    de romper ya las trabas,
    a cuánta intolerancia
    que no mira de frente
    y hiere por la espalda,
    en un país que teme,
    hasta decir ya basta,
    la represión que duele,
    humilla, ultraja, cansa.
    mancilla, veja, mata.

    Es un país que clama,
    cuando el silencio apaga
    un gladiolo en el alma
    de una madre ultrajada.
    Una madre que es llama
    sobreviva y bonanza,
    para dar con la talla
    del pueblo que hace falta
    fundar en nuestra patria,
    donde las madres sean
    canteras que provean
    a sus hijos: las palmas
    reales que pelean,
    por ganar la confianza
    de un país que desea
    vivir en democracia.

    Ya se prendió el gladiolo
    más firme de esa plaza:
    Grajales somos todos,
    pues la Dama es Mariana:
    Nueva madre en nosotros,
    amada GLORIA AMAYA.

    Madre eterna de un pueblo,
    que se abre a la pujanza
    de un batallón en vuelo,
    con damas, cuya entraña
    reúne la argamasa
    de sus hijos, hoy presos,
    para sembrar confianza
    y empujar la manada,
    hasta el viejo esperpento
    de una historia que falla
    en furia cotidiana:

    Rotos ya sus espejos
    vertebrales y solos,
    cual columna que estalla
    ante el mito de Cronos,
    en su silla que vuela,
    no engañan a la Dama,
    ni ahuyentan sus gladiolos.
    Con la virtud de su alma
    todo el blanco que cuelga,
    da vueltas a su noria
    y la pureza rueda
    con la Gloria,
    su magia entre nosotros:
    luz que ya exhala
    la gran naturaleza humana
    de una Dama Gladiolo,
    que se instala
    en lo más recóndito del alma.

    Dama de blanca historia,
    Mariana en nuestra Gloria,
    hoy eres más que todo
    un eterno Gladiolo,
    cercado en el dolor,
    pero incubando amor
    en nuestras almas:
    Gladiolo a nuestros ojos,
    creciendo por la patria,
    que también te hizo suya:
    Eres flor de mi Cuba,
    GLORIA AMAYA:
    En tu nuevo invernadero,
    vas creciendo
    gladiolos cual estrellas,
    banderas blancas
    para el alma nueva,
    en que serás la GLORIA suelta:
    Dama eterna
    de nuestra Primavera,
    cual gladiolo entre rejas,
    ganando su belleza
    de libertad absuelta.

    José Antonio Gutiérrez Caballero
    Miami, 9 de enero del 2010.

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  4. Unicamente la luz de la libertad, podrà darle a Gloria la paz en el cielo.
    Que no se apagué la llama...
    saluti

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  5. asereCubano

    Osvaldo eres un maestro hermano, gracias por este post.
    saludos

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