A mi amigo el bloggero Carlos M. Paez, que en este tema piensa como yo.
Cubanos: No hay otra. La única causa de nuestras penurias y de una economía ineficiente y estúpida es el tirano. El Usurpador es quien, desde 1959, ha provocado intencionalmente la pobreza de nuestro país para poder tomar el control de nuestras vidas y erigirse como nuestro único proveedor y salvador, luego de habernos usurpado la propiedad sobre los medios de producción, de habernos inmovilizado y arrebatado el derecho a la gestión personal o familiar.
Ahora el gobierno comunista se está dedicando a difamar del pueblo que gobierna. Ahora está empeñado en demostrar que toda la miseria y descalabro no se debe ya tan sólo al embargo económico americano sino a la mala cabeza del cubano en si, a su pereza, a su indisciplina, a su falta de empeño, a su supuesta idiosincrasia vagabunda, a su improductividad y relajamiento de carácter. El gobierno dice que el cubano es vago e irresponsable. Mas… ¿cuál será el propósito de semejantes afirmaciones? Todo el mundo sospecha que ya el régimen se adelanta a decir que el cubano es ineficiente e inútil para, en caso de que se elimine el embargo norteamericano, seguir justificando la ineficiencia que sólo es inherente al sistema socialista totalitario y no a la idiosincrasia del cubano. Puede que el gobierno desacredite al cubano con el mero objetivo de justificar lo injustificable pero yo creo que hay un objetivo, aún más peligroso y macabro, detrás de todo esto.
Al pintar al pueblo cubano como un pueblo de vagos e indisciplinados, la dictadura no hace más que alentar el desencanto y desestimular el deseo que muchos tienen en el mundo de ayudar e invertir en la libertad de Cuba. Y lo digo porque… ¿quién va a querer apoyar --o luchar-- por un pueblo sin virtudes, que le gusta la miseria, quejumbroso, derrotado, casi estúpido e irresponsable, contento de sus ruinas? ¿Quién podría dar la vida por un pueblo improductivo e indisciplinado que le gusta vivir en el fango y en el caos?
Al gobierno comunista no le conviene la exaltación del virtuosismo que los cubanos hemos demostrado a lo largo de la historia. No hay más que recordar la república maravillosa que logramos levantar en pocos años y acordarse de las cosas extraordinarias que han logrado nuestros compatriotas en el exilio, en tierra extraña, donde han levantado ciudades enteras y son allí los cubanos políticos prominentes, hombres de negocio de mucho éxito, profesionales y artistas extraordinarios que empezaron de cero y hoy son ejemplo de hombres sacrificados y hacendosos. Cubano quiere decir progreso, maravilla. Éxito. El cubano se niega a quedarse con los brazos cruzados y aun ante la enorme adversidad se alza y no se rinde y cuando cae no pasa mucho que ya se lo ve que se levanta. ¡Entonces no me vengan con que somos un pueblo que no merecemos la libertad porque somos una banda de pecadores y vagabundos!
A la dictadura le gusta que el mundo se fije en nuestras lágrimas, en nuestras flaquezas, en nuestra indigencia, en nuestros pecados y ruindades. Y sí, hay lágrimas, hay flaquezas y hay hasta indigencia ‒como en todos los países que sufrieron el despotismo y el desdén de su gobierno‒; sí, pero hay mucha virtud y mucho de qué enorgullecerse. Mucha más gente con espíritu invencible y laborioso que gente derrotada y vencida. Muchos que no se resignan a ser el mero cerdo del corral. ¡Que se sepa!: Un cubano es un potencial de maravillas, un individuo poderoso, productivo, soñador, atrevido y capaz. Muy ‒pero muy‒ capaz. Ser cubano no es ser pobre o miserable ni él está a gusto con vivir en una ciudad descuidada y arruinada por sus gobernantes ni se siente en su agua con la pobreza y el desorden. Ser cubano es signo de prosperidad, de disciplina y creatividad, de vitalidad y virtud.
Y un pueblo virtuoso merece ser libre. Los cubanos lo somos. Mostremos, pues, porque también es parte de la verdad, nuestra grandeza y esa gran cantidad de cualidades envidiables que posemos los nativos de una tierra excepcional y preciosa. Mostremos nuestros prodigios, que también son nuestra verdad. Cubano no son sólo los que hurgan en la basura para encontrar comida o comen de los residuos de alimentos que alguien tiró en medio de la acera, no son solo los que llegan a la conclusión de que todo está perdido y que no hay más opción que resignarse y cubanos no son unicamente las prostitutas y los proxenetas o los estafadores de la Habana Vieja. Cubano son también los que están presos ‒y lo fueron los que dieron sus vidas‒ por eso, porque están enamorados de las virtudes de su pueblo y creen en él y luchan por él. Cubanos son los bloggeros de exilio y los de la isla que no se resignan al silencio y a toda costa hacen valer su derecho a expresarse libremente y se expresan pese a todos los pronósticos fatalistas y pese a todas las barreras que se interponen, pese a esa cotidiana provocación o invitación a dividirnos y quebrar nuestra unidad en la lucha. Cubano quiere decir pueblo arrollador, pueblo invencible. Ahí están en La Habana y en Miami o están en Europa muchos cubanos dispuestos a sacrificar lo que sea por tratar de llevar a ese pueblo hacia la democracia y la libertad porque saben que vale la pena luchar por hombres y mujeres así, como los cubanos. Cuba es grandeza. ¡Ah... pero nadie movería un dedo ni haría nada por un pueblo vago, ni apoyaría a la disidencia ni escribiría en los blogs ni denunciaría en los foros internacionales a la dictadura sino está convencido de estar defendiendo a un pueblo valeroso! El tirano lo sabe y por eso se siente a gusto difamando de los cubanos, exaltando sus caídas y no la fuerza con que será capaz de levantarse.
¡Quien desconozca nuestras virtudes y exalte demasiado nuestras imperfecciones, en una hora decisiva como ésta, es en sí nuestro enemigo; porque desalienta y desestimula la solidaridad y el apoyo a la causa de nuestras libertades! ¡Dése por enemigo de la causa cubana quien no exalte la virtud de este pueblo o quiera sustituirla por cualidades nefastas! ¡Y sépase que somos los cubanos más que merecedores de una sociedad mejor y de un país con un estado de derecho, democrático y libre! ¡El que lo dude... que lea historia, que lea nuestra literatura, que se entere de lo que hemos sido capaces y seremos capaces los cubanos!
A saber: ¿Por qué creéis que José Martí escribió aquello de Vindicación de Cuba, ante la difamación y ofensa hacia el pueblo cubano de cierto periódico norteamericano de la época?
¡Gracias, Dios mio, por hacerme nacer en esa tierra de hombres prodigiosos!¡Viva Cuba! ¡Vivan los cubanos!
Es increiblemente acertado y virtuoso lo que escribes como se espera de un gran cubano como tu. Me encanta y esta cien por cien con lo que creo. Seria un orgullo que me lo publicaras en el blog. Gracias Osvaldo por esta claridad y camaraderia.
ResponderEliminarCarlos M Paez